José Ignacio Sáenz

Apenas separaban unos metros su casa y el negocio familiar en la calle Manzanera. José Ignacio Sáenz no solo acudió a Escolapios para estudiar. Desde pequeño ya se le podía ver por los patios del colegio pegando patadas al balón. Se formó en las categorías inferiores del Calasancio y cuando concluyó su etapa juvenil pasó a formar parte del CD Logroñés. Con 19 años recién cumplidos debutó debutó en Segunda División B de la mano de Miguel Ángel Lotina. Era el 6 de septiembre de 1992. El escenario, Andora. Completó 29 partidos.

La llegada de Carlos Aimar fue fundamental en su despegue como jugador futbolística. Si bien comenzó la campaña 1993/94 en el filial, pero el técnico argentino le llevó hasta el primer equipo y esa misma campaña firmó trece partidos. José Ignacio siempre recordará su debut: 4 de diciembre de 1993, en el Camp Nou. El Logroñés concluyó el compromiso con empate (2-2).

El canterano ya era un jugador importante para el cuadro riojano. En la campaña 1993/94 disputo 29 partidos de liga y alcanzó la internacionalidad con España Sub’21. Un año exitoso en lo personal, pero triste en los profesional, ya que la campaña se cerró con el descenso a Segunda División. Para él comenzaba una nueva vida en Valencia, club al que llegó junto a otros jugadores blanquirrojos como Antonio Poyatos o Enrique Romero.

Dos temporadas en la capital del Turía antes de emprender rumbo a Zaragoza. Cinco años en La Romareda y nuevas maletas. Destino, Vigo. Allí coincidió con Miguel Ángel Lotina. En Galicla vivió un descenso y un ascenso, pero en enero del año 2006 regresó a casa para concluir su carrera deportiva en el Logroñés Club de Fútbol.

A su trayectoria como jugador de club añade la de internacional. Además de vestir la camiseta de la Sub’21, jugó dos partidos con la Absoluta y también fue olímpico en los Juegos de Atlanta de 1996. Con la Absoluta, José Ignacio debutó en Vaduz, el 5 de septiembre de 2001, frente a Liechtenstein , partido clasificatorio para el Mundial de Corea y Japón.